Si me
hubieran dicho que estaríamos confinados por la COVID-19, por una parte, habría
estado feliz porque a mí me gusta bastante quedarme en casa; por otra, habría
ido a una librería a comprar un par de libros para poder entretenerme en la
cuarentena, aunque solo tardaría un mes o dos en leerlos.
También,
habría salido más en vez de quedarme en casa viendo series, películas, etc.; o
me lo habría pensado dos veces antes de quedarme durmiendo hasta las once o
doce los fines de semana y, en cambio, habría ido a pasear por la playa o hacer
algo productivo.
Gracias
al confinamiento he aprendido que hay cosas, como la libertad o el simple hecho
de poder salir un rato a la calle, que no valoramos hasta que nos las quitan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario